Las cualidades del aluminio lo convierten en un material popular para puertas, ventanas y cerramientos. El cuidado adecuado de este material contribuye a su buen funcionamiento y a alargar su tiempo de vida. Estos consejos de mantenimiento para la carpintería de aluminio de AR Contact te permitirán conservarlos como el primer día por más tiempo.

¿Por qué elegir la carpintería de aluminio?

El aluminio precisa un bajo costo en mantenimiento y limpiarlo es sencillo. Al momento de elegir un material para instalar las puertas, ventanas y cerramientos, esta es una de las ventajas que evalúan los dueños de casa. Pero, sin duda no es la única razón por la que optan por este metal.

Además de esto, resiste muy bien a las condiciones meteorológicas y protege la casa de las condiciones externas. Con esto se consigue una buena temperatura interior tanto en invierno como en verano. Lo que se traduce en un ahorro energético importante.

La estética del aluminio es otra de sus ventajas. Se puede conseguir en un gran número de acabados lacados y anodizados. Incluso se puede combinar con otros materiales. Por ejemplo, una ventana con exterior de aluminio e interior de madera. Es compatible con cualquier tipo de decoración, sobre todo en la arquitectura moderna.

Uso adecuado de puertas y ventanas de aluminio

Para que las puertas y ventanas de aluminio duren por mucho tiempo es necesario darles el tratamiento correcto. Es básico que durante la limpieza no se empleen productos abrasivos, pero también hay que tomar precauciones con el uso que le damos.

Lo principal es evitar los golpes y cierres bruscos que puedan deformarlos. Si has decidido instalar ventanas de aluminio querrás que estas duren mucho tiempo. Los golpes muy fuertes son capaces de deformarlos, por lo tanto debes tomar precauciones para evitarlos.

Entre las previsiones que debe tomar para el mantenimiento del aluminio están las siguientes:

  • Al cargar los marcos no debes colocar ningún peso adicional sobre estos porque se pueden deformar.
  • Evita presionar las hojas de puertas y ventanas contra corrientes de aire. La presión, no solo provoca deformaciones, sino que puede llegar a romperlas.
  • Al cerrar las puertas asegúrate que la cerradura no esté bloqueada para que no dañe el marco.
  • En el caso de las persianas de aluminio manipúlalas con mucho cuidado para no provocar ningún desprendimiento u otros daños.
  • Ventila bien la casa para evitar la condensación. Esto es importante sobre todo durante el invierno.

Si sigues estas recomendaciones de uso, junto a una limpieza e inspecciones periódicas, conseguirás alargar la vida útil del material. De lo contrario se deteriorará rápido. Las posibles deformaciones evitarán que los cerramientos funcionen bien y se perderá la calidad del material.

Consejos de mantenimiento para la carpintería de aluminio

Mantener el aluminio limpio y en buen estado no es una tarea compleja. Pero si debes utilizar los materiales y productos adecuados para evitar dañar el acabado. Con las siguientes recomendaciones sabrás qué hacer para que los elementos de este material permanezcan como nuevos.

Haz limpiezas periódicas

Limpiar los perfiles de aluminio dos o tres veces al año es suficiente. Puedes quitar el polvo que se acumule con mayor frecuencia, pero una limpieza profunda es recomendable cada cuatro o seis meses, dependiendo de dónde vivas.

En la ciudad o en zonas costeras es probable que tengas que limpiarlos más seguido. Esto debido a que en las zonas urbanas los gases diluidos en el agua se adhieren al aluminio y en las costas se acumula el salitre en el aluminio provocando manchas que luego será muy complicado sacar.

Te preguntarás con qué se limpia el aluminio de las ventanas. Para esto solo necesitas agua y jabón líquido, neutro. Puede ser el mismo que utilizas para limpiar las vajillas. Es importante que no sea en polvo porque este puede rayar el acabado. También necesitarás una esponja que no raye, un paño suave, los de microfibra son los más recomendados porque no dejan residuos en la superficie y son muy absorbentes.

Diluye un poco de jabón en agua y frota la mezcla con la esponja. Luego aclara con más agua limpia y seca con el paño. En una limpieza de rutina eso será todo lo que tienes que hacer. Pero también tendrás que aplicar mantenimientos más profundos.

En el caso de las persianas solo tienes que limpiar las lamas una vez al año. Para engrasar los mecanismos consulta con el instalador para que lo haga la misma empresa y evites problemas.

Revisa los raíles y canales de desagüe

Con el paño o esponja húmeda quitas el polvo de manera sencilla de los elementos visibles. Sin embargo, cuando se trata de una limpieza más profunda también tienes que revisar que los rieles y canales de desagüe no estén obstruidos.

Cuando en estas ranuras se acumulan polvo e impurezas las ventanas y las puertas no cierran bien. Disminuye la aireación de la habitación y la evacuación del agua de lluvia. Si este problema no se corrige traerá consecuencias más graves en adelante.

Limpiar los raíles también es sencillo. Puedes hacerlo con la boquilla pequeña del aspirador, pásalo por todo el canal para limpiar las impurezas y retirar los cuerpos extraños que pueda tener. Para la ranura de desagüe utiliza una varilla de madera o plástico delgado.

Para limpiar las puertas corredizas de aluminio y conseguir que se desplacen bien podrías necesitar quitarla del marco. Busca ayuda para hacerlo y evita así que se caiga u ocurra algún accidente. Las ruedas las puedes frotar con un cepillo de alambres, que sea fino para que no dañe el acabado del perfil. Si es necesario llama a un experto que lo haga por ti.

No utilices materiales abrasivos o que dañen la superficie


Para quitar el polvo y la suciedad utiliza una solución de agua y jabón suave. No utilices ningún producto que sea abrasivos como detergentes ácidos o disolventes. Estos dañarán la capa protectora del aluminio.

Tampoco utilices herramientas punzantes, filosas o que puedan cortar. En el caso del cepillo de alambres que mencionamos antes limítate a usarlos en las ruedas, si las cerdas llegan a tocar el marco lo dañarán. Por eso, es preferible llamar a un experto si la puerta o ventana no desliza bien.

Protege los marcos y perfiles de aluminio

Si vas a hacer algún tipo de reforma en tu casa donde haya que trabajar con cemento, mortero o algún material similar protege los elementos de aluminio. Las acumulaciones de estos materiales son difíciles de quitar y, en algunos casos, no es posible retirarlos. Por lo tanto es mejor tomar precauciones.

Cubre los marcos de aluminio con una cinta especial mientras duren las labores. Al terminar, limpia el espacio y retira las cintas.

En caso de que llegue a quedar algún resto sobre el aluminio trata de quitarlo con una espátula de madera o plástico. Nunca lo hagas con una de metal.

Lubrica los mecanismos

Las partes móviles y que estén sometidas a fricción en las puertas y ventanas necesitan lubricación. Este es el caso de los mecanismos de apertura como cerraduras y bisagras. Los mismos raíles podrían necesitar un poco de engrase.

Después de limpiar, lubrica estos mecanismos. Si vas a colocar aceite hazlo con un pincel para que penetre mejor. El aceite o grasa que vayas a utilizar debe ser libre de ácido. Infórmate bien sobre los productos adecuados a utilizar y cómo lubricar ventanas de aluminio para que no afecten el metal.

El engrasado de los raíles no debe ser excesivo. Para prevenir las manchas y otros problemas pasa un paño seco después de aplicar el lubricante y retira el exceso.

Inspecciona los muebles de aluminio

Haz un control visual sobre toda la carpintería de aluminio que tengas en casa. Esto incluye los perfiles y los cristales, que también forman parte del mecanismo.

Asegúrate que todo esté en perfecto estado. Que los sellados estén bien, si están separados necesitarán revisión. Tampoco deben haber grietas en los cristales, si es así tendrán que sustituirse lo antes posible.

Verifica que no haya ningún problema en los puntos de encuentro de los materiales. Las juntas entre el cristal y los perfiles deben estar en buen estado, de lo contrario hay que sustituirlos.

Las juntas suelen resecarse o romperse, por lo general hay que cambiarlos cada tres años. Tienes que estar atento y observar si el material se ha alterado y necesitas renovarlos o, por el contrario, si tienen más tiempo de vida.

Asesórate con los instaladores

Nadie más adecuado para indicarte cómo hacer el mantenimiento de ventanas de aluminio que la empresa que las instaló. Consulta con los instaladores el tipo de mantenimiento y la frecuencia con la que debes hacerlo. Esto dependerá del tipo de ventanas, puertas y persianas.

Si durante la limpieza o inspección te encuentras con algún desperfecto evita tratar de repararlo tú mismo. Llama a la empresa para que haga las reparaciones adecuadas.

Sigue estos consejos de mantenimiento para la carpintería de aluminio para que permanezcan en buen estado por mucho más tiempo. Si tienes algún proyecto en mente, contáctanos y pide presupuesto en AR Contact.

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